Análisis datos Paro registrado y EPA
Informe ASEMPLEO sobre afiliación, contratación y paro registrado. Diciembre 2015
La afiliación y la creación de empleo marcan máximos históricos
Diciembre cierra con 85.314 afiliados más que el mes anterior y eleva hasta 17,3 millones la cifra total de afiliados a la Seguridad Social, un nivel similar al registrado a finales de 2011. Esta variación mensual permite mantener la tasa de crecimiento interanual por encima del 3,2% y cerrar el año con 533.000 afiliados más en el sistema. Un espléndido balance si se tiene en cuenta que la actividad económica crecerá en la misma magnitud durante 2016.
Por regímenes, aumenta tanto el general, como el de autónomos (45.500 y 1.800 personas en el mes, respectivamente). En el conjunto de 2015, mientras que los afiliados al primer régimen se han incrementado en unas 476.000 personas, los autónomos lo han hecho en unas 42.200 personas.
Dentro del régimen general, el comercio al por menor y las actividades postales y de correos (entrega de paquetería, entre otros) son las ramas de actividad que más han crecido en diciembre, no sólo respecto al mes de noviembre, sino también con respecto al mes de diciembre del año anterior. La buena campaña navideña que aventuraban las grandes cadenas de consumo es uno de los factores que ha impulsado la contratación en estos sectores, cuya relación se estrecha, aún más si cabe, en estos días festivos.
José Antonio Herze, nos recuerda que son datos positivos, pero que debemos tener en cuenta el periodo navideño: los datos de diciembre arrastran las características propias de un mes en el que los factores estacionales son claramente favorables a la actividad de los sectores centrados en el comercio, la logística y otras actividades generales, aunque con caídas de la afiliación marcadas en la construcción, la hostelería y la industria, respecto al mes de noviembre (Régimen General).
El paro registrado, se reduce en 55.790 respecto al mes anterior, lo que eleva la cifra total de parados hasta los 4,09 millones de personas (en el conjunto del año, la disminución ha sido de unas 354.000 personas). En este caso, el nivel de llegada es similar al observado a finales de 2010, lo que da buena muestra de la capacidad de la economía española en estos últimos meses para reducir drásticamente el número de desempleados. Aún así, no hay que olvidar que la protección de los mismos sigue siendo preocupante, ya que la tasa de cobertura del desempleo se sitúa en noviembre (último dato disponible) en el 55,3%, el nivel más bajo desde 2001, cuando el nivel de desempleo era sustancialmente inferior al que contamos en la actualidad.
Por último, la contratación vuelve a crecer a tasas interanuales de dos dígitos (concretamente, un 15,2% en diciembre) y eleva el conjunto de contratos registrados en el año por encima de los 18,5 millones, una cifra similar a la registrada en 2007, aun cuando, en esta ocasión, la contratación a corto plazo ha adquirido una mayor relevancia (recordemos que 1 de cada 4 contratos tiene una duración inferior a los 7 días). Aumenta tanto la contratación indefinida, como la temporal (8,0% y 15,8% interanual en diciembre, respectivamente), aunque en este último caso, su mayor peso, le cede el protagonismo de la mejora. Por jornada laboral, aumentan tanto los que trabajan a tiempo completo, como parcial (16,0% y 13,8% interanual en diciembre, respectivamente).
Para Herze, este ha sido un ejercicio de marcada recuperación en la actividad económica y en el empleo de nuestro país: el año 2015 (diciembre sobre diciembre) finaliza con 533.186 afiliados más y con 354.203 parados registrados menos que el año 2014. Estos saldos solo se encuentran en la serie histórica en los mejores años de las fases expansivas, especialmente en lo que se refiere a la caída del paro registrado. Los ritmos interanuales que marcan los datos de diciembre son del +3,18% para la afiliación y del -7,96% para el paro registrado, virtualmente idénticos a los observados desde agosto pasado. La formidable aceleración del mercado de trabajo experimentada en la primera mitad del año recién acabado no ha dado paso a una desaceleración, como se llegó a temer, sino que el resto del año ha mantenido unos ritmos elevados de mejora sostenida. Este balance es sensiblemente mejor que el ya favorable experimentado en 2014 y determina, junto con las estimaciones de cierre de crecimiento del PIB que se manejan (un 3,2% interanual) un ejercicio 2015 que solo podría calificarse como de marcada recuperación de los indicadores de actividad y, especialmente, laborales.
En definitiva, buenos datos de diciembre que cierran un año espléndido en lo que se refiere a la intensidad de la creación de empleo (más de medio millón de personas han encontrado un puesto de trabajo este año) y la drástica reducción del número de parados registrados (hay más de 350.000 menos que hace un año).
Si en lo sucesivo, se mantuviesen los niveles conseguidos este 2015, Herze augura que podremos llegar a 2020 con los mejores niveles de ocupación observados en toda la serie histórica: el año laboral, iniciado con una fuerte aceleración de todos los indicadores laborales, se ha cerrado muy por encima de como se cerró el ejercicio 2014. Habiéndose mantenido el fuerte pulso en buena medida en la segunda mitad del año. Si los ritmos interanuales de aumento de la afiliación (alrededor del 3%) y de descenso del paro registrado (alrededor del 8%) se mantuviesen en lo sucesivo, no acabaría la década presente sin un pleno restablecimiento de los mejores niveles de ocupación observados antes de la crisis.
Para Andreu Cruañas, presidente de ASEMPLEO, los datos de empleo del mes de diciembre han venido a confirmar las expectativas para 2015 con un crecimiento del 3,2% y una mejora cualitativa tanto en la contratación indefinida como en la contratación a tiempo completo. Unos datos que debemos considerar como un buen punto de partida para 2016, pero teniendo en cuenta que deberemos acometer, a partir de ahora, la reforma de los mecanismos que facilitan con agilidad la entrada en el mercado de trabajo de las personas que están buscando un empleo. Esto implica, bajo nuestro criterio, aprovechar las experiencias tanto de los servicios privados como públicos y los de las empresas de trabajo temporal y otros mecanismos especializados.
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