394.000 nuevos empleos previstos para 2019
394.000 nuevos empleos previstos para 2019 – Esperamos que la tasa de paro termine 2018 en el 15,4% y para 2019, nuestras previsiones la sitúan en el 13,9% – 000 nuevos empleos en 2018 y 394.000 en 2019 El crecimiento del PIB será más moderado en 2019 y se situará próximo al 2,3% La tasa […]
394.000 nuevos empleos previstos para 2019
– Esperamos que la tasa de paro termine 2018 en el 15,4% y para 2019, nuestras previsiones la sitúan en el 13,9% –
- 000 nuevos empleos en 2018 y 394.000 en 2019
- El crecimiento del PIB será más moderado en 2019 y se situará próximo al 2,3%
- La tasa de paro disminuirá hasta el 15,4% en 2018 y 13,9% en 2019.
- La tasa de paro española sigue siendo la segunda más alta de la UE-28, muy por encima de la media de la unión
- El crecimiento de la economía viene sustentado por la demanda interna, de la mano del consumo de los hogares y de la inversión
- Para 2019 se espera un cierto equilibrio en la composición del crecimiento, con una recuperación del sector exterior y una pequeña desaceleración de la demanda interna
- Es el momento de crear nuevas puertas de entrada a un mercado de trabajo mucho más flexible, dinámico, que garantice la seguridad y empleabilidad de los trabajadores para asegurar la sostenibilidad de la recuperación en los próximos años
El crecimiento de la economía española se apoyará, nuevamente, en el consumo de los hogares
2018, en línea con la senda de desaceleración marcada desde mediados de año, cerrará con un 2,6% de crecimiento. Este crecimiento se apoya en la demanda interna, de la mano del consumo de los hogares y de la inversión. Por su parte, la delicada situación internacional y el efecto directo en industria y en el turismo, ha provocado una ralentización de las exportaciones.
Para 2019 se espera un cierto equilibrio en la composición del crecimiento, con una recuperación del sector exterior que se encamine hacia una contribución neutra junto con una pequeña desaceleración de la demanda interna.
Pese a la ralentización, el empleo seguirá creciendo por encima del 2%
2018 cerrará con una creación de 476.000 empleos, un 2,5% más con respecto a 2017; como consecuencia, la tasa de paro cerrará el año por debajo del 15% con una reducción del número de desempleados por encima de los 400.000. De cara a 2019, se espera una ligera reducción en el ritmo de actividad en el mercado de trabajo, en el que el empleo pasaría a crecer a una tasa del 2%, lo que conllevaría la creación de 394.000 puestos de trabajo, con una reducción de la tasa de paro que cerraría el año cerca del 13,5%.
Menos productividad, aumentos de salario y más paro juvenil y desigualdad.
En los últimos trimestres, se observa una desaceleración sin apenas crecimiento en relación al empleo equivalente a tiempo completo, y la productividad por hora trabajada ha pasado del 2,2% interanual en diciembre de 2017 al 1,4% en el 3T18.
Si bien la economía española ganó competitividad gracias a la contención de los salarios que produjo una reducción de los costes laborales unitarios en los años previos, los últimos datos del 3T18 indican un aumento del coste laboral unitario. Por otro lado, España ocupa la segunda peor posición en términos de tasa de desempleo juvenil (15-24 años) de la UE, después de Grecia, con niveles superiores al 30%. Una parte importante de este fenómeno está ligado a la mayor tasa de abandono temprano que, en el caso de España, ha sido definida por la CE como de “situación crítica”.
¿Cómo estaremos respecto a nuestros vecinos europeos?
A pesar de la buena dinámica observada en el mercado laboral español durante este año no se debe olvidar que la tasa de paro española seguiría siendo la segunda más alta de la UE-28, muy por encima de la media de la unión (6,9% previsto para 2018) y en niveles próximos a su nivel estructural (la CE la sitúa en el 16,2% en 2018).
Sigue resultando pertinente reabrir el debate sobre las causas que están detrás del comportamiento diferencialmente negativo del mercado de trabajo español. Uno de esos aspectos es la distribución del gasto en políticas activas de empleo, en las que otros países de la UE con tasas de paro menores (como Alemania, Holanda, y Reino Unido, con tasas de desempleo inferiores todas al 5%) podrían servir como referente para el mercado laboral español. Estos países son además exponentes de la “flexiguridad”, caracterizada por un mercado de trabajo flexible, que garantice la protección de los trabajadores y contribuya a que sea más inclusivo y competitivo.
La valoración de ASEMPLEO
2018 ha terminado por definirse como el punto de inflexión hacia una nueva fase en la recuperación laboral. La ya consolidad ralentización, que pese a los intentos por camuflarse, ha terminado por sacar la cabeza a finales de este año, manda mensajes en forma de sonda a corto plazo que deberíamos ser capaces de leer entre líneas.
Por un lado, los ritmos de creación de empleo y de crecimiento de la economía seguirán estando por encima de la media de nuestros socios europeos, cuatro años después del inicio de la recuperación. Por otro lado, debemos ser conscientes del poso que queda por limpiar. La tasa de paro de España seguirá en 2 dígitos en 2019 y 2020. Sólo Grecia e Italia mantendrán esta tasa por encima del 10%. Es decir, el problema del desempleo sigue sin resolverse en España.
El paro de larga duración sigue representando la mitad del total del desempleo en España y es posible que el 80% de todo el desempleo no puede ser absorbido por el mercado laboral. En paralelo, la UE ha manifestado su preocupación por el desempleo juvenil en España. Es el momento de crear nuevas puertas de entrada a un mercado de trabajo mucho más flexible, dinámico, que garantice la seguridad y empleabilidad de los trabajadores para asegurar la sostenibilidad de la recuperación en los próximos años.
Andreu Cruañas
Presidente de Asempleo