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Datos malos que confirman la mala situación de buena parte de nuestro tejido empresarial

2 marzo, 2021

Datos malos que confirman la mala situación de buena parte de nuestro tejido empresarial La afiliación a la Seguridad Social suma casi 21.000 efectivos más respecto al mes anterior, lo que confirma que este mes de febrero ha sido bastante peor que en años anteriores. Las empresas de los sectores más dañados por la crisis […]

Datos malos que confirman la mala situación de buena parte de nuestro tejido empresarial

  • La afiliación a la Seguridad Social suma casi 21.000 efectivos más respecto al mes anterior, lo que confirma que este mes de febrero ha sido bastante peor que en años anteriores.
  • Las empresas de los sectores más dañados por la crisis de la Covid-1 (hostelería, comercio y actividades recreativas, principalmente), han optado por dos vías de flexibilidad de plantillas: rescindir contratos (compromiso de 6 meses para mantenimiento en el empleo de los primeros ERTEs) o acogerse nuevamente a un ERTE.
  • Las empresas que pertenecen al resto de sectores han mantenido el pulso en este mes de febrero, aunque han creado algo menos empleo de lo que suele ser habitual. En este sentido, cabe destacar el comportamiento de Construcción (+22.700 efectivos), Educación (+19.500), AA.PP. (+11.000) e Industria (+10.000).
  • En lo que respecta al paro registrado, se incrementó en 44.400 personas en el mes de febrero, más de lo esperado (se esperaba un incremento de 25.000 personas), y eso que las perspectivas ya eran más negativas de lo que suele suceder en un mes de febrero habitual.
  • Por último, los contratos siguen reflejando el escaso dinamismo del mercado de trabajo. En febrero se registraron 1.212.284 contratos, lo que supone una reducción del 24,0%respecto a febrero de 2020 (-382.479 contratos)

Análisis ASEMPLEO

El mes de febrero se comporta según lo esperado. La afiliación a la Seguridad Social suma casi 21.000 efectivos más respecto al mes anterior, lo que confirma que este mes de febrero ha sido bastante peor que en años anteriores: la variación mensual de la afiliación de este año ha sido 1/4 parte de lo que fue el año pasado. En este sentido, hay que tener en cuenta dos comportamientos sectoriales bien diferenciados:

Las empresas de los sectores más dañados por la crisis de la Covid-19 (hostelería, comercio y actividades recreativas, principalmente), que han vuelto a ver interrumpida o limitada su actividad en las últimas semanas para contener la curva de contagios de la tercera ola de la pandemia, han optado por dos vías de flexibilidad de plantillas:

  1. Rescindir contratos. Recordemos que tras la primera ola de la pandemia y la solicitud de ERTE para la práctica totalidad de los trabajadores de estos sectores, las empresas se comprometían a mantener sus puestos de trabajo seis meses. Este periodo de seis meses se cumplía en diciembre-enero (según el momento de rescate de los trabajadores: junio-julio), lo que junto con la cronificación de la crisis sanitaria y el regreso de las restricciones, así como la dilatación de una situación económico-financiera comprometida y la incertidumbre que impera para encarar los próximos meses, ha podido llevar a muchos empresarios de estos sectores a adoptar esta decisión tan drástica. Por ello, no sorprende que sean unos de los sectores que más han reducido su volumen de afiliados en este mes de febrero: Comercio (-21.500 efectivos), Hostelería (-25.900) y Otros servicios, donde se encuentran las actividades de ocio (-2.700). El Comercio, de hecho, destruye casi el doble de empleos de lo que es habitual (-13.000 efectivos de promedio de los últimos cuatro meses de febrero).
  2. Acogerse nuevamente a un ERTE. Aquellos empresarios que han podido sortear mejor la crisis adaptándose a las circunstancias y aquellos que todavía tienen esperanzas en la recuperación de la actividad económica, han vuelto a solicitar un ERTE, tal y como ya anticipamos al conocer los datos de enero. El incremento del número de trabajadores en enero no fue equivalente a la magnitud de la tercera ola y las restricciones impuestas para contener la curva de contagios, al menos, si se comparaba con la envergadura de la segunda ola. Por aquel entonces alcanzaron los 900.000 trabajadores afectados por ERTE y, en esta ocasión, han vuelto a retornar a dicho nivel. La reciente flexibilización de las restricciones debería reflejarse en una reducción progresiva de esta cifra en los próximos días, si bien es cierto que la cautela hará que algunos empresarios mantengan parcialmente a la plantilla hasta corroborar el regreso de la demanda. Esto, en cambio, supondrá la imposibilidad de contratar a nuevos trabajadores para atender los picos de demanda que estos sectores puedan registrar ante la llegada de la Semana Santa, por ejemplo.

Las empresas que pertenecen al resto de sectores han mantenido el pulso en este mes de febrero, aunque han creado algo menos empleo de lo que suele ser habitual. En este sentido, cabe destacar el comportamiento de Construcción (+22.700 efectivos), Educación (+19.500), AA.PP. (+11.000) e Industria (+10.000).

En lo que respecta al paro registrado, se incrementó en 44.400 personas en el mes de febrero, más de lo esperado (se esperaba un incremento de 25.000 personas), y eso que las perspectivas ya eran más negativas de lo que suele suceder en un mes de febrero habitual. Además de ser la otra cara de la moneda de las pérdidas de afiliados mencionadas con anterioridad, en este caso hay que seguir teniendo en cuenta a todos aquellos trabajadores que perdieron su empleo en meses anteriores y que, con motivo de las restricciones, no podían realizar una búsqueda activa de empleo. La regularización de la situación de estos trabajadores parados efectivos irá perdiendo fuelle en los próximos meses a medida que la normalidad del mercado de trabajo avance al compás del plan de vacunación de la población española.

Por último, los contratos siguen reflejando el escaso dinamismo del mercado de trabajo. En febrero se registraron 1.212.284 contratos, lo que supone una reducción del 24,0% respecto a febrero de 2020 (-382.479 contratos). Los contratos temporales, que representan el 88,5% del total de contratos firmados, se han contraído un 23,8% en términos interanuales y los contratos indefinidos un 25,7%. Por tipo de jornada, el 28,4% de los contratos creados son a jornada parcial (337.374 contratos), si bien estos han disminuido un 32,4% respecto a febrero del 2020, han aumentado en 10.700 contratos respecto al mes anterior. Por su parte, el 71,6% de los contratos restantes son a jornada completa (868.444 contratos), estos caen en 99.207 contratos respecto enero de 2021, manifestando la incertidumbre y el riesgo asumido al contratar.

Valoración ASEMPLEO

Los datos de febrero confirman lo anticipado por ASEMPLEO. Son datos malos sin paliativos, sobre todo, si se comparan con meses anteriores de febrero, pero también porque evidencian las consecuencias de una crisis sanitaria (y sus consiguientes restricciones) que se dilata y compromete la situación económico-financiera de buena parte de nuestro tejido empresarial. Urge, por un lado, acometer medidas de acompañamiento de las empresas que perviven y pueden ser viables para garantizar una recuperación económica y facilitar, por otro, los mecanismos para que los que se ven expulsados del mercado de trabajo, regresen lo antes posible. El éxito de la recuperación estará relacionado con la capacidad de reubicar a estos trabajadores en las nuevas oportunidades.

Andreu Cruañas. Presidente de ASEMPLEO

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