Las ETT refuerzan su papel en un año marcado por la incertidumbre La flexibilidad laboral ha sido indispensable en un año 2020 marcado por los cambios normativos fruto de la evolución de la pandemia. Tanto los ERTE como la temporalidad han desempeñado un papel clave en el mantenimiento y recuperación del empleo entre abril y […]

Las ETT refuerzan su papel en un año marcado por la incertidumbre

• La flexibilidad laboral ha sido indispensable en un año 2020 marcado por los cambios normativos fruto de la evolución de la pandemia.
• Tanto los ERTE como la temporalidad han desempeñado un papel clave en el mantenimiento y recuperación del empleo entre abril y diciembre.
• En este contexto de incertidumbre, el apoyo en la temporalidad es fundamental: las empresas de trabajo temporal (ETT) intermediaron uno de cada cinco contratos temporales en 2020.
• Los trabajadores jóvenes son los que más se han beneficiado del incremento de actividad de las ETT, así como los empleados de la industria manufacturera.
• A nivel regional, las CC.AA. con mayor tasa de participación de las ETT han resistido mejor los vaivenes de la crisis.

La flexibilidad laboral ha sido indispensable en un año 2020 marcado por los cambios normativos

• La figura de los ERTES ha servido de herramienta de flexibilidad interna para las empresas, así como protección muchos trabajadores, especialmente indefinidos a jornada completa.
• En cambios, han sido los trabajadores temporales los que más han sufrido durante esta crisis sanitaria. Prueba de ello es la gran destrucción de empleo que se produjo en el confinamiento de primavera.
• Del mismo modo, ha sido la temporalidad la que ha permitido acelerar la recuperación de empleo desde el inicio de verano.

En este contexto de incertidumbre, el apoyo en la temporalidad es fundamental: en 2020 las ETT intermediaron uno de cada cinco contratos temporales en nuestro país.

• Las ETT han desempeñado un papel fundamental a lo largo de toda la crisis sanitaria iniciada desde marzo, no sólo atendiendo con eficiencia a sectores esenciales, sino aportando toda la capacidad de y experiencia para crear empleo en una etapa marcada por una gran incertidumbre.
• Mientras que las restricciones de movilidad impedían a los desempleados la búsqueda activa de empleo al tiempo que limitaba la capacidad de las empresas para buscar el talento necesario, las ETT han supuesto una gran ayuda para empresas y trabajadores, lo que permite explicar el fuerte incremento de su tasa de participación que alcanza el 23,3%en media en 2020 (el pasado mes de abril llegó a alcanzar el 30,3%).

Los trabajadores jóvenes son los que más se han beneficiado del incremento de actividad de las ETT así como los empleados en la industria manufacturera

• Por género, son los hombres los que mayor participación tienen en ETT.
• Por edad, los mayores incrementos se han producido entre los trabajadores menores de 45 años, cuya tasa de participación media rondaba el 27% en diciembre.
• Por jornada, la completa incrementa más su recurso a este servicio frente a la parcial.
• Por sectores, hostelería ha recogido el mayor impacto pasando del 15% en 2019 al 6% en 2020 en el peso de la contratación ETT.
• En cambio, los contratos intermediados por las ETT han crecido con mayor rapidez a lo largo de 2020 en la industria manufacturera, pasando de representar el 27% en 2019 al 32% en 2020.

A nivel regional, las CC.AA. con mayor tasa de participación de las ETT, han resistido mejor los vaivenes de la crisis.

Valoración ASEMPLEO

El cierre de 2020 se ajustó en gran medida a lo que habíamos anticipado, a tenor de lo reflejado en la EPA. Tanto el descenso del empleo (inferior al 3%) como el aumento de la tasa de paro (1,5 puntos en media anual) son moderados en relación a la caída del PIB, que ha acabado en un -11% en media anual. La resiliencia del mercado de trabajo español frente al gran golpe que ha supuesto la pandemia, que afecta además con particular virulencia a actividades intensivas en empleo, ha sido muy notable. No obstante, añadiendo los trabajadores en ERTE, todavía sufrimos un grado de infrautilización de la fuerza de trabajo preocupante respecto a la situación pre-pandemia.

Asimismo, constatamos con los datos de 2020, que las empresas de trabajo temporal (ETT) han elevado de manera notable su tasa de participación en la colocación de estos trabajadores, contribuyendo a paliar los efectos sobre el empleo de la crisis económica. Las Comunidades Autónomas con mayores tasas de participación de ETT presentan un impacto en el empleo relativamente más suave que aquellas donde la participación es menor. Para la reasignación sectorial de recursos en la que está inmersa la economía, esta flexibilidad resulta esencial.

La ETT, como figura creada para la gestión profesional de la temporalidad, está dotada de un marco garantista (entre las que destaca la autorización administrativa, garantía financiera que cubre el supuesto de impago en salario y cotizaciones sociales, control especial por parte de los Servicios Públicos de Empleo, así como planes especiales de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social) y de importantes elementos de refuerzo de la empleabilidad de los trabajadores (Inversión extraordinaria en formación, diagnosis y orientación profesional, pasarela al empleo).

Por lo tanto, las ETT deben verse impulsadas y reconocidas por su propia actividad como fórmula para facilitar la flexibilidad externa de las empresas y para frenar la temporalidad injustificada. Partiendo del objetivo de dotar a las empresas de fórmulas de flexibilidad, compatibles con la estabilidad en el empleo y el aumento de la ocupabilidad de los trabajadores.

Los datos han constatado que las ETT hacen una gestión más eficiente y controlada de la temporalidad, y su actividad garantiza no sólo los derechos de los trabajadores, su acceso al empleo, y el tránsito al trabajo estable sino que, en la lucha contra la temporalidad ilegal, la ETT sirve como elemento para combatir el fraude en la contratación, tanto pública como privada.

Andreu Cruañas, Presidente de ASEMPLEO