Paso atrás en el ritmo de recuperación previsto
Paso atrás en el ritmo de recuperación previsto Los registros laborales del mes de junio se comportan peor de lo previsto. En junio, la afiliación a la Seguridad Social ha aumentado en 68.000 personas respecto al mes anterior (+116.000 efectivos previstos) Esto pone de manifiesto que la recuperación en términos de empleo va a ser […]
Paso atrás en el ritmo de recuperación previsto
- Los registros laborales del mes de junio se comportan peor de lo previsto. En junio, la afiliación a la Seguridad Social ha aumentado en 68.000 personas respecto al mes anterior (+116.000 efectivos previstos)
- Esto pone de manifiesto que la recuperación en términos de empleo va a ser más lenta de lo esperado, lo que repercutirá a su vez en el devenir de las personas afectadas por un ERTE
- Por sectores de actividad, Construcción lidera la creación de empleo anotando un aumento de 40.000 afiliados más en media respecto al mes anterior. Le siguen Comercio y Transporte (+31.000), Actividades Profesionales (+27.000) y Hostelería (+21.000)
- Por el lado negativo destaca la afiliación en Educación, que se anota una caída de 45.000 personas en un mes de junio estacionalmente malo para el sector
- Respecto a los contratos, el número de contratos realizados durante el mes de junio (1.159.000) es ampliamente superior al observado en mayo (850.000) y casi el doble al de abril (673.000), lo que pone de manifiesto la progresiva recuperación de la economía respecto a la hibernación experimentada en abril
- El paro registrado asciende en junio en 5.000 personas respecto a mayo (-10.000 previstos), hasta los 3,9 millones. Esto supone una nueva aceleración de la tasa de crecimiento interanual del desempleo hasta el 28,1% desde el 25,3% del mes anterior
- El aumento de los desempleados sin empleo anterior puede estar influido por la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, cuya solicitud requiere estar dado de alta como demandante de empleo en el SEPE, lo que podría haber incentivado a muchas personas a pasar de la inactividad al desempleo con el fin de obtener dicha ayuda
- La información acerca de la evolución diaria de los ERTEs arroja una clara tendencia de reducción, y entre el 30 de abril y el 16 de junio, alrededor de 1,1 millones de personas habrían abandonado la situación de ERTE
Análisis ASEMPLEO
Los registros laborales del mes de junio se comportan peor de lo previsto. En junio, la afiliación a la Seguridad Social ha aumentado en 68.000 personas respecto al mes anterior (+116.000 efectivos previstos). A pesar del aumento del empleo, en términos históricos este ha sido el peor mes de junio desde 2015, lo que propicia una nueva caída de la tasa de crecimiento interanual hasta el -4,58% desde el 4,56% del mes anterior.
Lo cierto es que dentro de este relativamente malo mes de junio se esconden dos periodos netamente diferenciados. En primer lugar, desde el 29 de mayo hasta el 16 de junio, la afiliación aumentó en 100.000 personas, prolongando la tendencia positiva observada a lo largo del mes de mayo. Sin embargo, a partir de ese momento se revierte ese comportamiento favorable, y entre el 16 y el 30 de junio la afiliación cae en 200.000 personas.
Este cambio de tendencia resulta cuando menos inesperado habida cuenta de que coincide en el tiempo con el final del Estado de Alarma (oficialmente finaliza el 21 de junio), con la apertura de ciertas fronteras y una tímida recuperación del turismo, elementos que auguraban un buen desempeño en términos de empleo.
En definitiva, tras registrar un crecimiento de alrededor de 290.000 personas entre el 30 de abril y el 16 de junio, la afiliación cae en los últimos 15 días de junio en 200.000 personas, retornando a niveles de principios de junio. Esto pone de manifiesto que la recuperación en términos de empleo va a ser más lenta de lo esperado, lo que repercutirá a su vez en el devenir de las personas afectadas por un ERTE.
Por sectores de actividad, Construcción lidera la creación de empleo anotando un aumento de 40.000 afiliados más en media respecto al mes anterior. Le siguen Comercio y Transporte (+31.000), Actividades Profesionales (+27.000) y Hostelería (+21.000). Estas actividades experimentan un notable efecto rebote en el empleo puesto que son también los sectores que más empleo destruyeron en marzo y abril. La progresiva recuperación de la actividad económica beneficia sin duda a estos sectores, si bien se aprecia una desaceleración en la creación de empleo en junio respecto a mayo en los sectores de Hostelería y Construcción. La industria se anota a su vez un tímido crecimiento de 10.000 personas respecto a mayo, si bien todavía está lejos de recuperar esos 80.000 perdidos entre marzo y abril.
Por el lado negativo destaca la afiliación en Educación, que se anota una caída de 45.000 personas en un mes de junio estacionalmente malo para el sector. Es el cuarto mes consecutivo en el que cae la afiliación en Educación, en donde la interrupción de las clases presenciales a causa de las medidas de contención de la pandemia ya se ha cobrado alrededor de 110.000 empleos.
Respecto a los contratos, el número de contratos realizados durante el mes de junio (1.159.000) es ampliamente superior al observado en mayo (850.000) y casi el doble al de abril (673.000), lo que pone de manifiesto la progresiva recuperación de la economía respecto a la hibernación experimentada en abril. A pesar de esta tendencia positiva, la contratación en junio todavía es un 42% inferior a la observada durante el mismo mes del año pasado, lastrada especialmente por la contratación temporal, un 39% inferior a la de junio de 2019.
El paro registrado asciende en junio en 5.000 personas respecto a mayo (-10.000 previstos), hasta los 3,9 millones. Esto supone una nueva aceleración de la tasa de crecimiento interanual del desempleo hasta el 28,1% desde el 25,3% del mes anterior. La evolución del desempleo en junio muestra a su vez una doble faceta: el desempleo entre personas con un empleo anterior desciende este mes en 25.000 personas, mientras que el desempleo entre personas sin empleo anterior crece en 30.000.
El aumento de los desempleados sin empleo anterior puede estar influido por la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, cuya solicitud requiere estar dado de alta como demandante de empleo en el SEPE, lo que podría haber incentivado a muchas personas a pasar de la inactividad al desempleo con el fin de obtener dicha ayuda. A su vez, alrededor de la mitad de los nuevos parados sin empleo anterior se encuentran en la Comunidad Valenciana, donde se han incrementado con fuerza las ofertas de empleo público de auxiliar para planes de contingencia en las playas ligadas a la Covid-19, cuya solicitud también requería de estar inscrito como demandante de empleo.
Los demandantes de empleo ocupados (donde está registrados buena parte de los trabajadores afectados por un ERTE) comienzan a regresar progresivamente a sus puestos de trabajo, y caen hasta los 3,81 millones en media en junio desde los 3,94 millones de media en mayo. La información acerca de la evolución diaria de los ERTEs arroja una clara tendencia de reducción, y entre el 30 de abril y el 16 de junio, alrededor de 1,1 millones de personas habrían abandonado la situación de ERTE.
En términos de factura de prestaciones (y subsidios) por desempleo, el SEPE habría hecho frente en mayo a un volumen de más de 5.500 millones de euros, exhibiendo una tendencia creciente desde los 4.900 millones de euros desembolsados en abril para este mismo fin. A modo comparativo, durante mayo de 2019 dicha cuantía ascendió a los 1.500 millones de euros, por lo que el volumen desembolsado este año casi quintuplica al del mismo periodo del año pasado.
Valoración ASEMPLEO
Los registros laborales del mes de junio arrojan datos preocupantes. La buena tendencia en la creación de empleo iniciada en mayo y prolongada durante la primera quincena de junio se ha visto detenida con fuerza durante la segunda mitad de junio, que registra una brusca contracción de la afiliación, llevando al empleo de vuelta a sus niveles de principios de mayo. Estos datos hacen presagiar una recuperación del empleo, y por ende de la actividad económica en general, más lenta de lo inicialmente esperada.
Andreu Cruañas. Presidente de ASEMPLEO