Podemos y debemos utilizar mejor los recursos de los que dispone el mercado laboral
PODEMOS Y DEBEMOS UTILIZAR MEJOR LOS RECURSOS DE LOS QUE DISPONE EL MERCADO LABORAL – Las mujeres, los mayores de 50 años, los extranjeros y los menos formados son los colectivos más infrautilizados en el mercado de trabajo – La tasa de infrautilización del trabajo permite identificar otros colectivos más allá de los empleados, […]
PODEMOS Y DEBEMOS UTILIZAR MEJOR LOS RECURSOS DE LOS QUE DISPONE EL MERCADO LABORAL
– Las mujeres, los mayores de 50 años, los extranjeros y los menos formados son los colectivos más infrautilizados en el mercado de trabajo –
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La tasa de infrautilización del trabajo permite identificar otros colectivos más allá de los empleados, como los desanimados, otros activos potenciales y ocupados con jornada parcial involuntaria
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Si se tienen en cuenta estos grupos de trabajadores, la tasa de paro aumentaría en 8,4 puntos porcentuales hasta situarse en el 23,7% en el 2T18
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La tasa de infrautilización se ha reducido en 10,5 puntos desde el inicio de la recuperación
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El paro ha sido el factor que más ha contribuido a la reducción de la tasa de infrautilización, seguido de la jornada parcial involuntaria y el colectivo de desanimados, mientras que el resto de activos potenciales no ha experimentado variación en los años de recuperación
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Si las estadísticas oficiales computasen como parados a aquellos que se han desanimado en la búsqueda de empleo, la tasa de paro aumentaría hasta situarse en el 16,3%
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Las mujeres, los mayores de 50 años, los extranjeros y los menos formados son los colectivos más infrautilizados en el mercado de trabajo
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Los datos generales de parcialidad involuntaria mejoran pero la brecha por género, edad y nacionalidad, aumenta
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Las CCAA con mayor paro oficial son también las que presentan una tasa más alta infrautilización, con Andalucía (33,5%) y Extremadura (33,4%) a la cabeza
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Una intermediación profesional y ágil se presta fundamental para reducir la infrautilización del capital humano y conseguir así un mercado laboral más eficiente
La recuperación económica ha permitido recuperar una parte importante de los empleos perdidos durante la crisis. Ya hemos superado la barrera de los 19 millones de ocupados (11,5% más de ocupados entre el 2T14 y el 2T18) y la tasa de paro se ha reducido hasta el mínimo de la década: 15,3% (con datos del 2T18).
Sin embargo, la tasa oficial de desempleo no permite conocer al detalle la infrautilización del capital humano. Por ello se recurre a modelos alternativos como el propuesto por el Bureau of Labor Statistics (BLS) de Estados Unidos, que puede adaptarse en España para obtener una tasa de infrautilización del trabajo. Este análisis permite identificar otros colectivos como los desanimados, otros activos potenciales y ocupados con jornada parcial involuntaria.
Si se tienen en cuenta estos grupos de trabajadores, la tasa de paro aumentaría en 8,4 puntos porcentuales hasta situarse en el 23,7% en el 2T18. Ciertamente, el dato con más peso dentro de la tasa de infrautilización del trabajo es el desempleo oficial, pero los ocupados que trabajan con jornada parcial de forma involuntaria contribuyen con 6,7 puntos al incremento de la misma. Les siguen los desanimados, inactivos que no buscan trabajo porque creen que no lo encontrarán, con otro punto porcentual, mientras que el resto de activos potenciales apenas contribuyen en 0,6 puntos al total.
La tasa de infrautilización del trabajo, se ha reducido con la recuperación
La tasa de infrautilización se ha reducido en 10,5 puntos desde el inicio de la recuperación y hasta el 2T18 y, de nuevo, el paro ha sido el factor que más ha contribuido a ello (ha reducido en 9,2 puntos porcentuales la tasa de infrautilización durante este periodo). En segundo lugar, se encuentran la jornada parcial involuntaria y el colectivo de desanimados, que se reducen en 0,9 y 0,5 puntos, respectivamente, mientras que el resto de activos potenciales no ha experimentado variación en el periodo analizado.
Aun cuando el colectivo desanimado y el resto de activos son los menos significativos, conviene prestar atención por el problema que subyace en relación a estas personas, dado que si las estadísticas oficiales computasen como parados a aquellos que se han desanimado en la búsqueda de empleo, la tasa de paro aumentaría en algo más de un punto, hasta situarse en el 16,3%. En este sentido, se registraron 274.100 personas desanimadas en el segundo trimestre del año aunque, dada la tasa de paro de larga duración (51,0% en el 2T18), muchos más activos serían susceptibles de desalentarse en su búsqueda de empleo y engrosar este colectivo y esto vislumbra un gran desequilibrio en el mercado.
¿Qué perfiles están más infrautilizados en nuestro mercado de trabajo?
El desánimo se concentra en ciertos grupos, como las mujeres y las personas mayores de 50 años (para los que supone 1,4% y 2,3% de su tasa de infrautilización en el 2T18, respectivamente).
Se observa además, que el desánimo es menos significativo en colectivos con educación superior frente al colectivos de educación básica (0,4 frente a 2,9 puntos porcentuales).
Los ocupados en jornada parcial de forma involuntaria son el siguiente elemento que nutre la infrautilización del trabajo. Este colectivo ha disminuido de manera notable en los últimos años (12,8 puntos porcentuales en 2T14-2T18), sin embargo siguen teniendo un peso importante respecto al total de los trabajadores. Es más, 1,6 millones de trabajadores declaran trabajar en jornada reducida porque no encuentran trabajo en jornada completa y, como apunte adicional, la mayoría de ellos son mujeres (72,0% en el 2T18).
Los datos generales de parcialidad involuntaria mejoran pero la brecha por género, edad y nacionalidad, aumenta
La brecha por género ha aumentado durante la recuperación (en 0,1% entre el 2T14 y el 2T18). También aumentan las diferencias generacionales, ya que la parcialidad involuntaria cobra peso entre los jóvenes y los mayores de 50 años (0,1% y 0,2% respectivamente, en relación con el 2T14.
Por su parte, los extranjeros siguen desempeñando en torno a 1/5 de las jornadas parciales involuntarias y aportan 10,1 puntos porcentuales a su tasa de infrautilización, frente al 6,3 entre los españoles. La recuperación apenas ha reducido la brecha por nacionalidad en 1,2%.
Por último, destaca la parcialidad involuntaria en ocupados con educación media y superior (7,6% y 5,4% respectivamente), pese a tratarse de colectivos con mayor probabilidad de encontrar empleo. No obstante, como ya hemos explicado en anteriores informes, la parcialidad se ha convertido en una vía de entrada al mercado laboral durante la recuperación y explicaría que educados medios y superiores aceptasen jornadas parciales de manera temporal.
¿Qué Comunidades Autónomas están infrautilizando en mayor medida el capital humano?
Las CCAA con mayor paro oficial son también las que presentan una tasa más alta infrautilización, siendo Andalucía y Extremadura (33,5% y 33,4%, respectivamente) las que encabezan la lista. No obstante esta nueva ratio reequilibra la clasificación de los mercados laborales.
En este sentido, las Islas Baleares se convierten en la Comunidad Autónoma con menor tasa de infrautilización, seguida de Aragón (16,9% y 17,5%), mientras que Navarra (región con menos paro oficial) cae hasta la sexta posición, en términos de infrautilización del empleo.
El colectivo desanimado aporta menos en las regiones con mayor renta per cápita, como el noroeste peninsular, las Islas Baleares y Madrid (entre 0,5 y 0,8 puntos porcentuales), mientras que tiene mayor peso en Asturias, Andalucía y Extremadura (donde aporta 2,5, 1,6 y 1,4 puntos porcentuales, respectivamente).
Finalmente, la Comunidad Valencia, Canarias y Andalucía son las regiones que más han reducido su tasa de infrautilización entre el 2T14 y 2T18 (14,1%, 13,9% y 12,6% respectivamente). Asturias, Navarra y Cantabria, por el contrario son las que menos progresos han hecho durante el mismo periodo (5,4%, 6,9%, y 7,7%).
Valoración ASEMPLEO
“Llevamos tiempo alertando de que, a pesar de la recuperación económica y de la positiva marcha del mercado de trabajo que lleva años creando empleo a un ritmo elogiable y muy superior al que lo hace en otros países del entorno europeo, siguen siendo muchos los retos que debemos corregir para impedir que, cuando deje de soplar el viento de cola, se agote su capacidad para incorporar desempleados a la vida laboral.
La infrautilización del capital humano no debería tener cabida en un mercado que busca ser eficiente y competitivo y que persigue unos estándares de calidad en el empleo que implican, entre otros muchos aspectos, la satisfacción de los trabajadores y la correcta adecuación de las capacidades de estos, con las requeridas en el puesto de trabajo que desempeñan.
En este sentido, insistimos una vez más en la necesidad de utilizar mecanismos profesionales de selección que aseguren la correcta adecuación entre capacidades dadas y demandadas, y que propicien la máxima eficacia del mercado, impidiendo, por un lado, que haya talento desaprovechado habiendo trabajadores sobrecualificados, y procurando, por otro, que las condiciones contractuales y laborales de los trabajadores, satisfagan la voluntad y las necesidades de los mismos.
En lo que respecta a la parcialidad, entendemos que es necesaria. Es una forma de flexibilidad laboral que favorece la incorporación de trabajadores al mercado laboral, permitiéndoles compatibilizar su vida profesional con la personal, pudiendo ser positiva para todos los implicados en ella, trabajadores y empresa. Eso sí, solo cuando es deseada. Con la recuperación va cobrando consistencia el número de personas que eligen trabajo a tiempo parcial a través de jornadas inferiores a la normal o bien realizando ésta determinados días a la semana y es a estos a los que deben pertenecer esos puestos para los que no se demanda una disposición a tiempo completo.
Desde ASEMPLEO consideramos que es necesario activar soluciones que faciliten la inclusión laboral más cuantiosa, rápida y adecuada posible de aquellas personas que estén en condiciones de hacerlo y contar para ello con la implicación y la colaboración entre servicios públicos y privados. Es necesario diseñar medidas que impulsen una creación de empleo que aproveche el capital humano disponible y reviertan esta situación que exponemos y en la que el talento disponible se está desaprovechando. Es por esto que reiteramos la necesidad de profesionalizar los servicios de intermediación que, como demuestran múltiples y variadas estadísticas, pueden hacer mucho por erradicar los desequilibrios latentes en el mercado laboral.”
Andreu Cruañas, Presidente de ASEMPLEO.