¿Costes asumibles?

La Razón

Una vez confirmada la velocidad de crucero en la creación de empleo, la superación –todavía incompleta– de la emergencia social que supuso el nivel de paro alcanzado durante la crisis hace necesario abordar retos cualitativos dirigidos tanto a prolongar el actual ritmo como a modificar algunos factores coyunturales que son determinantes para lograr una menor exposición a los vaivenes del ciclo económico. No en vano, la economía española padece una volatilidad que nos ha conducido a liderar la creación de empleo en tiempos de bonanza pero, por el contrario, a padecer también la mayor destrucción de empleo en situaciones de crisis. Entre los factores cualitativos a observar están los costes laborales y su correlación con la productividad y la competitividad. Observemos que mientras el coste salarial por trabajador y mes ha aumentado en 2017 un 0,5% los otros costes laborales han crecido un 1,5%. ¿Es razonable subir los salarios en aquellas empresas y sectores donde sea posible? ¿Debe producirse este incremento a costa de la competitividad y el riesgo de que afecte a la creación y el mantenimiento del empleo?
Indudablemente, los salarios en España tienen un recorrido al alza. Estamos en la posición más baja de entre los grandes países de la UE, pero también somos el décimo país con los mayores costes entre los 19 países de la eurozona. Este dato tiene varias posibles explicaciones, pero la principal, más allá de la contención salarial producto de la pasada crisis y el peso de las cotizaciones sociales, es la diferente composición de los sectores más intensivos en capital humano en cada país. Y a estos factores habría que añadir la urgente necesidad de mejorar la eficacia de nuestro mercado de trabajo y, en concreto, de la intermediación laboral. Una intermediación eficaz y eficiente está en la base del desarrollo empresarial, especialmente de las Pymes y llevamos meses detectando una creciente demanda de personal más cualificado. No hay que olvidar, como destacan CEOE y Cepyme, que más del 40% de las empresas, especialmente las pymes, continúan en pérdidas y que, por otra parte, un buen número de sectores retribuyen a sus trabajadores por encima del salario pactado en convenio.
El incremento de salarios es posible y deseable si se basa en un mayor peso de los sectores con mayor margen de mejora, como son la industria manufacturera y la construcción y en una mayor capacitación de los trabajadores del sector servicios.