Comunicación

Noticias

La estacionalidad deja la mayor caída de afiliación en agosto desde 2008

5 septiembre, 2017

El Economista

La estacionalidad deja la mayor caída de afiliación en agosto desde 2008

Los desempleados crecieron en 46.400 personas y los cotizantes cayeron en 179.485 en el octavo mes

El final del verano ha llegado ligero de buenas noticias para el mercado laboral español, que en este año solo había sumado logros en términos de creación de puestos de trabajo mes a mes. Así, tras seis meses consecutivos de caídas, el paro aumentó en agosto en 46.400 personas, lo que supone un 1,4 por ciento más que en el mes anterior hasta llegar a los 3,38 millones de desempleados.

Aunque coyunturales, estas malas cifras de empleo de nuestro país han caído también como un jarro de agua en la Seguridad Social.

El organismo público ha visto en una semana escasa cómo registraba el récord histórico de ingresos por cotizaciones sociales (10.097 millones de euros), pero también ha experimentado la mayor caída de la afiliación en un mes de agosto
desde 2008. De este modo, en el octavo mes del año se contabilizaron 179.485 cotizantes menos al Sistema, lo que deja el total en 18,1 millones de ocupados en nuestro país.

Tampoco es menos importante la estocada estival al mercado laboral que se aprecia en términos desestacionalizados, sin tener en cuenta las contingencias propias del calendario, ya que el paro se incrementó en 11.437 personas, mientras que la afiliación cayó en 14.976 personas, rompiendo una racha positiva de 44 meses en este indicador.

No obstante, el hecho de que las cifras de paro publicadas ayer por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social sean las peores de los últimos nueve años tiene su razón de ser. Como explica el presidente del Colegio General de Economistas, Valentín Pitch, “hay que partir de la base de que el mes de agosto siempre es malo para el empleo”, aunque en 2017 se han unido otros factores
al de la estacionalidad. El primero de ellos, como recuerda Pitch, es un efecto de corrección derivado del fuerte avance la creación de empleo experimentado en los últimos seis meses donde se han superado de forma habitual las previsiones del Gobierno.

A este efecto de desaceleración de la contratación en un mes intrínsecamente malo por la destrucción de un gran volumen de contratos ligados a la actividad veraniega impulsada por el turismo, el presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, añade el cese de las relaciones laborales asociadas al sector de la educación, “que sobreviven el mes de julio por la campaña de campamentos de verano” pero que no llegan a prolongarse hasta el octavo mes del año. Además, Cruañas suma a estas cifras de aumento del paro, a todos aquellos primerizos en el mercado de trabajo, que tras finalizar sus estudios entre los meses de junio y julio, se inscriben en las listas del paro una vez acabado el verano. No obstante, Cruañas recuerda que “el crecimiento del empleo es estable” y que cerraremos el año con un saldo cercano a los 500.000 nuevos empleos.

Precisamente, esta cifra ha sido la línea argumental adoptada por el Gobierno a la hora de valorar la coyuntura. El presidente Mariano Rajoy justificó el alza del paro por el efecto temporal de agosto, que también se repite en enero, pero confirmó que “el objetivo de los 500.000 afiliados más a final de año está muy cerca”.

El hecho de que las cifras de agosto no puedan empañar el buen recorrido del mercado laboral de este curso es uno de los factores que invitan a mirar con menor recelo el aumento del paro. Así, en los 12 últimos meses, el paro se ha reducido en 315.172 personas, lo que supone un 8,52 por ciento menos. Y teniendo en cuenta los ocho primeros meses del año el desempleo ha disminuido en 302.650 personas. Una tendencia que se hace extensible a la Seguridad Social, que suma de media de 609.849 afiliados más en los últimos 12 meses, lo que significa un 3,4 por ciento más y el mejor dato en un mes de agosto desde
2005.

Por otro lado, el número total de contratos firmados durante el mes de agosto fue de 1.536.400, lo que supone una subida del 5,8 por ciento sobre el mismo mes de 2016. De este montante, 115.382 contratos son indefinidos, lo que representa un aumento del 9,8 por ciento, muy por encima del crecimiento de la contratación temporal, que según lo publicado por Empleo, avanzó
un 5,5 por ciento, por lo que se encadenan 43 meses de incrementos de la contratación indefinida. Así, los contratos indefinidos del mes de agosto a tiempo completo fueron un 10,2 por ciento más que en agosto de 2016, mientras que en el acumulado de los ocho meses del presente curso, los contratos indefinidos a tiempo completo alcanzan un total de 733.474, un 13,4 por ciento más que en igual periodo de 2016. No en vano, la temporalidad continúa jalonando la rúbrica de nuevos contratos, 1,4 millones (92,4 por ciento) el pasado agosto.

Una vez más, el octavo mes del año dejó una sonora subida de los parados del sector de los servicios, especialmente activo por el turismo estival. De modo que, atendiendo a los diferentes sectores económicos de procedencia de los trabajadores, el paro subió en Servicios, con 41.559 desempleados más, seguido de la Construcción (+7.811) y la Industria (+7.277). Sin embargo, se registraron menos parados en Agricultura (-7.044) y en colectivo Sin Empleo Anterior (-3.203).

Uno de los aspectos llamativos de la última oleada de cifras de desempleo es que solo Galicia (-0,4 por ciento), Asturias (-0,2), Cantabria (-2,29), Navarra (-0,5), La Rioja (-1,9), Castilla La Macha (-0,1), Ceuta (-0,1), Melilla (-0,7) y las Islas Canarias (-0,4) fueron las únicas regiones donde se crearon empleos en agosto. En este sentido, especialmente acusada fue el alza de desempleados en autonomías costeras como la de Murcia, donde creció un 3,5 por ciento, seguida de Baleares y Cataluña, con un 3 y 2,6 por ciento, respectivamente. Igualmente, en Valencia el número de desempleados experimentó un alza del 2,2 por ciento, en País Vasco fue del 1,8 por ciento y en la Comunidad de Madrid del 1 por ciento.

En este punto cabe reseñar que los expertos consultados por este diario han descartado un efecto del atentado sufrido por la ciudad de Barcelona el pasado 17 de agosto en el incremento de parados, algo que en todo caso “se empezaría a notar a partir de octubre, momento en el que los teleoperadores turísticos comienzan a reservar paquetes vacacionales” para el próximo verano, asegura Andreu Cruañas de Asempleo. Un sentimiento compartido por Valentí Pitch, quien asegura que el ataque terrorista “no es algo bueno” para el empleo, aunque descarta que esto ya se esté notando en el mercado de trabajo de Cataluña y el de la propia ciudad de Barcelona.

 

Más información >

© 2021 Asempleo